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EL ANTISEMITISMO TRAS LA MÁSCARA DEL BDS.


Por: Mtra. Karen Bensussen.

Email: kbkbensussen@gmail.com


A través de la historia el antisemitismo ha tenido diferentes disfraces, de esta manera se legitima el odio hacia el pueblo judío.

Echando un vistazo al pasado, desde la antigüedad se ha manifestado el anti judaísmo, valiéndose de argumentos falsos para promover y alimentar el odio hacia los judíos.

En las culturas antiguas el rechazo hacia los judíos por nuestra creencia monoteísta, provocó persecuciones, muerte y destrucción; pues las élites políticas no concebían que un pueblo adorara a un solo Dios y no se sometiera a sus soberanos y sus deidades.


Posteriormente, en la Edad Media, en anti judaísmo se legitimó a través de la institución eclesiástica; la Iglesia, difundió mitos religiosos a sus correligionarios con argumentos como el deicidio y la profanación de la hostia, que crearon y fomentaron el odio, la discriminación, persecuciones, torturas y expulsiones de los lugares donde los judíos habitaban.


En la modernidad y con el nacimiento de los Estados, los movimientos nacionalistas se fundamentaban en el ideal de una nación que fuera para el individuo el único referente de identidad. Sin embargo, se fueron gestando los nacionalismos radicales, donde las diferencias étnicas y religiosas eran repudiadas; tal es el caso del nazismo en Alemania, que utilizó como pretexto el resurgimiento nacional, para justificar la persecución, discriminación, exclusión, y genocidio de los judíos en Europa.


Tras estas circunstancias podríamos lógicamente suponer que el pueblo judío ya ha sufrido demasiado y que ahora teniendo un hogar nacional, Israel; y una larga historia de discriminación, el antisemitismo y las prácticas discriminatorias hacia los judíos se han erradicado; o por lo menos debilitado; pero para nuestra sorpresa, el odio hacia el judío sigue manifestándose llegando a tener un alto grado de difusión y revuelo, tomando otro cariz pero con el mismo fin, el deseo de eliminarnos.


Una de las manifestaciones que hoy en día se está dando de forma muy dinámica y que ha logrado gran difusión a nivel internacional es el llamado movimiento BDS. ¿Qué es el BDS? El movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel es un movimiento global, el cual fue creado en el 2005 por la sociedad civil palestina, y es coordinado por el Comité Palestino de BDS Nacional, establecido en 2007. La sociedad civil palestina pidió a sus homólogos y a las personas del mundo poner en marcha un amplio boicot, en contra de Israel hasta que se ponga fin a la ocupación de los territorios conquistados en la guerra de 1967, de los cuales, cabe mencionar, Israel no tenía el mínimo interés en ocuparlos, fue a causa de la intervención jordana que provocó que Israel conquistara y ocupara dichos territorios.


La problemática a la que nos enfrentamos hoy es al manejo de la narrativa del movimiento BDS, auspiciando en ser un movimiento político a favor de la causa de los derechos de los palestinos, no es más que una nueva versión de antisemitismo, que cada día cobra más aceptación y simpatizantes en Europa y Estados Unidos.


Nos podemos cuestionar ¿Por qué el BDS es sinónimo de antisemitismo? Y la respuesta es sencilla, el movimiento de boicot contra Israel, no únicamente es económico, es una ideología que fomenta el antisemitismo tratando de legitimar el odio hacia los judíos ocultándose en la excusa de la causa palestina, tras el pretexto de defender los derechos palestinos, se esconde la firme convicción de que el Estado de Israel no debe de existir. Los hechos lo demuestran; además de incitar a los consumidores a no comprar productos hechos en Israel o por empresas israelíes y tampoco venderle o hacer tratos comerciales; también como parte del boicot, muchos académicos, artistas y deportistas se han negado o han cancelado sus visitas, aunado a esto, grandes corporaciones han omitido a Israel de las carteras de inversión y fondos. Este movimiento ya no solo es en contra de Israel, ahora los judíos en Europa y Estados Unidos están sufriendo las consecuencias del crecimiento del antisemitismo patrocinado por BDS, su estrategia ha logrado movilizar a muchas comunidades a nivel mundial.


En Estados Unidos ha fomentando el odio y rivalidad en contra de los judíos en el ambiente académico, político y social. Hoy en día los campus de las universidades norteamericanas ya no son seguras para los estudiantes judíos, universidades de renombre muestran ejemplos de repudio y exclusión hacia estudiantes judíos; existen un sinfín de ejemplos, entre ellos lo muestra, la Universidad de Columbia, hogar de algunos de los más conocidos profesores antisemitas en la nación como Rashid Khalidi y Joseph Massad, que han sido acusados de acosar a los estudiantes judíos en múltiples ocasiones.


En la Universidad de Cornell se han presentado agresiones físicas para intimidar a los estudiantes judíos y pro-Israel, han erigido decenas de señalamientos anti-Israelíes, además de haber colocado "puntos de control" simulando los check points de seguridad israelíes.


La Escuela de Derecho de Harvard, recientemente tuvo un evento donde se presentó la dignataria israelí Tzipi Livni, en la sección de preguntas y respuestas un estudiante le preguntó: “cómo podía ser que oliera tan mal…”


Estos son algunos de los cientos de casos que se presentan día a día en las universidades norteamericanas, los estudiantes judíos se sienten intimidados y excluidos de la sociedad estudiantil mayoritaria, viéndose inmiscuidos en argumentos anti israelíes, censurando y negando la existencia de Israel, y viviendo la violencia a diario por medio de discursos, propaganda antisemita y violencia; incluso muchos docentes en sus disertaciones abogan por el boicot y desintegración del Estado de Israel, haciendo uso de su supuesta “libertad de cátedra”.


No cabe duda que el movimiento BDS es una fuente de renovación del antisemitismo, no únicamente en Israel, sino a nivel mundial; entre sus objetivos se encuentra la incitación a una intifada en contra de América, mezcla de sentimientos anti americanos y anti israelíes, que evidencian el rechazo hacia la democracia y los valores occidentales.


El boicot además de atacar a Israel, agrede y atenta en contra de los judíos del mundo, en un intento de destrozar y deslegitimar al Estado de Israel y a la comunidad judía en la diáspora.


En su discurso el BDS, aboga fervientemente por la eliminación total del Estado de Israel, para ellos no existen las fronteras de 1967, ni la solución de dos estados, ellos promueven la erradicación de Israel desde el río Jordán hasta el mar, buscando el establecimiento de un Estado Palestino en todo el territorio Israelí.


Lamentablemente la ideología que el movimiento maneja no da pie al diálogo, ni a un intercambio de posturas, pues si no existe el reconocimiento del Estado de Israel ¿Cómo se puede dialogar? Haciendo un recuento del desarrollo del movimiento, ocho años atrás, en sus inicios el BDS, no era muy conocido por lo que no representa ningún desafío a la comunidad; tres años más tarde, se creyó que por medio del apaciguamiento el BDS tendería a desaparecer; hoy nos damos cuenta que además de seguir presente, se ha fortalecido y dispersado en las comunidades europeas y norteamericanas siendo una amenaza para el mundo judío.


La cuestión es ¿Cómo defender, apoyar y sostener a Israel y al judaísmo en un entorno cada vez más hostil? Creo que nuestro deber como judíos es el dejar de ser espectadores y tomar acción, luchar por lo que es nuestro, ¿Cómo? Podríamos empezar por conocer la realidad israelí en la actualidad, entendiendo cómo es su sociedad, cómo funciona su política, cuáles son las ideologías y discursos nacionales que al día de hoy se manejan, qué postura tienen en referencia al mundo árabe y los palestinos, cuales son los valores dominantes. A partir del conocimiento se logra un acercamiento y por ende un compromiso, puesto que para amar algo primero hay que conocerlo.


Nosotros como judíos en la diáspora tenemos un pacto con Israel que nos lleva a la responsabilidad y obligación de comprender y así dominar todos los asuntos referentes a las políticas de Estado y su sociedad, partiendo del conocimiento y la conexión con Israel podremos discernir e interpretar los discursos antisemitas logrando alcanzar juicios objetivos y válidos para enfrentarnos con las diferentes manifestaciones antisemitas (anti sionistas) que se nos presente día a día; de esta forma construiremos un escudo de protección y un arma de defensa, que abogue por nuestros intereses en la diáspora e Israel.


Desde esta perspectiva se encuentran dos formas de enfrentar este fenómeno, de forma pasiva o activa; por experiencia hemos visto que ser “políticamente correctos” no nos ha funcionado, no se puede dialogar con el sordo, debemos enfrentar al fuego con fuego, oponerse al atacante. La historia nos lo ha demostrado una y otra vez, que estar en la pasividad, observando nos debilita; exteriorizar y declarar a favor de nuestros derechos y proteger con actos al Estado de Israel, nos fortalece. No permanezcamos en la indiferencia.


Tomemos acción seria y responsablemente. Recuerden la inercia fortalece al difamador, cada quien en sus distintos ámbitos puede encontrar una forma de intervenir a favor de Israel y proteger nuestro legado. La responsabilidad que tenemos como judíos y como pueblo nos lo exige.

“Kol Israel arevim Zeh bazeh” “כל ישראל ערבים זה לזה”


Encuentros de pláticas, conocimiento y diálogos semanales.

Para preguntas, dudas e interés en este y otro tipo de temas, favor de escribir a: Email: kbkbensussen@gmail.com


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