INAUDITA INVITACIÓN...
Escuchando las noticias, análisis, críticas y señalamientos acerca de la visita, o mejor dicho la inaudita y pasmosa “invitación” por parte de la presidencia de la república, al candidato republicano estadounidense Donald Trump; lo que me queda es enojo, frustración y desilusión, sintiendo un hastío y animadversión hacia todas las instancias gubernamentales de nuestro país.
Y es que sigo creyendo firmemente que no merecemos esto y con “esto”, me refiero al “intento” de gobierno que encabeza EPN; un gobierno deshonesto, corrupto el cual subestima a su gente creyendo que somos ciegos ante la mentira, el embuste y la falsedad, un gobierno que menosprecia el sentido común y la inteligencia de cada uno de nosotros, y cree que por medio de sus aburridos, tediosos y pobres discursos demagógicos propios del PRI, van a lograr apaciguarnos.
¿De verdad creen que somos tan ineptos, creen que no nos damos cuenta?
La situación económica va en picada, el malestar social aumentando a pasos agigantados, y encima se les ocurre la brillante idea de invitar al que nos escupe, nos pisotea, nos minimiza, nos ofende y ridiculiza? Qué acaso no existe ya la dignidad? Entiendo que el gobierno no la tenga, y sus buenas razones tendrá, pero… porque pagar justos por pecadores?
EPN no hables por mi, ni por nuestro México, es evidente que eres incapaz de representar a nuestra nación, si tú no te enorgulleces de lo que eres, por favor no te proyectes, pues no todos somos como tú! ¿Qué acaso no aprendiste nada de Santa Anna? Te suplico no nos vendas tan barato, no regales nuestra honra, no pisotees nuestro amor propio y nacional, no nos tires a la inmundicia como se han echado ustedes.
No cabe duda que como dijo Octavio Paz en el “Laberinto de la soledad” –“La existencia de un sentimiento de real o supuesta inferioridad frente al mundo podría explicar parcialmente al menos, la reserva con que el mexicano se presenta ante los demás” (Paz 1992).[1]
Yo argumentaría no es el mexicano, sino el gobierno mexicano, que se presenta ante los demás; decidiendo sin consultar, hablando por nosotros, y mostrándonos ante el mundo como unos cobardes, tímidos, encogidos y miedosos.
Me cuestiono ¿porqué perjudicar a la sociedad mexicana de este modo? ¿qué pretenden? Lo único que han logrado por medio de sus desaciertos es minar la imagen de una nación que suficiente ya ha tenido. Hoy somos capaces de reflexionar y expresar libremente nuestra decepción ante un gobierno ajeno a su gente, lejano hacia las necesidades sociales y frío al comprender lo que nos aqueja. Al hablar no dicen nada, y al hacer mutilan nuestro ethos…
México no es el PRI, ni la presidencia, ni los que se creen suficientemente astutos para estar usurpando al país creyendo en su pensamiento fantástico que somos ingenuos, y que “aquí no pasa nada”…
Ingenuos ustedes, bufones de la sociedad, títeres de un sistema caduco y trillado, frutos de la ingratitud, el desprecio y el atrevimiento.
Mi México, es una nación de luchadores, es un país de emprendedores, de gente trabajadora que lucha día a día para salir adelante; mi México, es resiliente, innovador, creativo y noble; mi México, es un país con una rica cultura, capaz de generar brillantes artistas, escritores, académicos y librepensadores; mi México, es confianza, amor y gratitud.
Sobre todo gratitud….
“Pero si no es posible suprimir o exterminar a las burocracias, si lo es reducirlas, humanizarlas, limitar sus poderes y someterlas al control de la sociedad. Este control tiene un nombre: democracia.”
(Remache: burocracia y democracia en México. Octavio Paz.)
“El mexicano por miedo a las apariencias, se vuelve sólo Apariencia.”
(El laberinto de la soledad)
[1] Octavio Paz. “El laberinto de la soledad” ed. FCE. 2ª edición. España,1992. (P. 9) (Paz 1992)
